Desde una perspectiva biológica y médica, se argumenta que la vida humana comienza en el momento de la concepción, cuando el óvulo se une al espermatozoide, dando lugar a un nuevo ser con un genoma único. La oposición al aborto se apoya en el reconocimiento de que la vida humana empieza en la concepción.
Diversos estudios de embriología indican que desde el instante de la fecundación se establece un ser con un código genético único, que se desarrollará en un individuo humano completo si se le permite continuar su proceso natural. El desarrollo del feto, con la formación del corazón a las tres semanas y la actividad cerebral a las seis semanas, refuerza la visión de que el aborto termina con una vida humana incipiente.
Además, estudios sugieren que el aborto puede tener consecuencias negativas para la salud mental y física de la mujer. Investigaciones han mostrado que algunas mujeres experimentan el síndrome post-aborto, caracterizado por sentimientos de culpa, depresión y ansiedad, afectando su bienestar a largo plazo. Estos riesgos sugieren la necesidad de considerar alternativas que no impliquen la terminación del embarazo.
La vida humana comienza en la concepción, cuando el espermatozoide se une con el óvulo , forman a un ser con un genoma distinto. Además, el aborto puede provocar cicatrices físicas y mentales en las mujeres. El síndrome post aborto es una enfermedad mental que afecta a las mujeres y se caracteriza por la culpa, depresión y ansiedad.
“Tu mundo se formó en las primeras 24 horas después de la concepción. Dónde brotarían tu cabeza y tus pies, y de qué lado formarías tu espalda y cuál tu vientre, se definieron en los minutos y horas posteriores a la unión del espermatozoide y el óvulo”, dice Pearson.
El cigoto posee todo el potencial metabólico, reproductor, de crecimiento y desarrollo. Cuando se constituye el fenotipo cigoto (horas después de la fertilización), se inicia la vida de un nuevo individuo. La activación metabólica del cigoto ocurre tras la liberación de iones de calcio desde el lugar de penetración del espermatozoide, trazando una onda que señala las futuras regiones del embrión.
El cigoto es una realidad celular nueva y distinta, un individuo con una organización superior. Tiene una identidad genética propia y singular; es totipotente, capaz de generar todas las células embrionarias y extraembrionarias. Esta célula, un organismo en fase unicelular, contiene el programa de desarrollo que formará tejidos, órganos y sistemas necesarios para la vida: el cigoto es el punto exacto en el espacio y tiempo donde un individuo humano inicia su ciclo vital.
En conclusión, el embrión es siempre el mismo organismo humano antes o después de implantarse en el endometrio y continuará su desarrollo a lo largo de su vida. Aunque en los primeros meses depende de la madre para su supervivencia y crecimiento, no forma parte de ella. El embrión no es un ser humano en potencia, sino un individuo humano que desarrollará todas sus potencialidades.
Un reciente estudio sobre el comienzo de la vida humana muestra que el 95% de más de cinco mil biólogos están de acuerdo en que la vida de un ser humano comienza en la fecundación (Consenso de biólogos sobre 'cuándo comienza la vida', Steven Andrew Jacobs).
ENTREVISTA REALIZADA AL LIC. JEISON CCORAHUA HALL
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